sábado, 25 de junio de 2011

Ojos Pardos


“A ti sola, en cumplimiento de una promesa
que habrás olvidado como si fuera tuya.”
(Miguel Hernández)
 
 
Me mirás con tus ojos pardos,
como luna morena en la primavera
de nuestro tiempo;
ojos pardos, cabello oscuro pendiendo
de infinitos y diminutos hilos,
cuando en la brisa tu cuerpo,
danza perfecto en la armonía de lo bello,
queda suspendido en mis ojos por ellos.

Niña que por mujer serás siempre niña:
inspirás cada letra de mi recuerdo,
de épocas en tobogán,
alejándote y volviendo con la siempre
constante música de tus pasos.
Música que tu cuerpo emana,
encantándome con su ritmo,
su baile y la brisa pendida en años,
hilos, trajes y melodías eternas;
que son este poema “del no me dejes”
una declaración al “nunca”,
tanto como la coronación
de la ciudad en que vivimos,
la capital de un reino juntos.

Así me mirás con tus ojos pardos,
así volvés al poema,
así te busco en la comunión de nuestros ojos
durante los viajes por mil bambalinas.

jueves, 2 de junio de 2011

Rodolfo


Sin su hocico rojo

La promesa del jazmín fresco,
perfumando la mesa amada.
La promesa del jazmín recién cortado
de tu jardín, de su planta,
el pan tostado junto al mate cocido
y el siempre testigo jazmín de la promesa.

¿A dónde han ido?
¿Qué recuerdo los trajo hoy aquí?
¿Qué recuerdo los trajo a mí,
al aprendiz de poeta que apuntaba
las lecciones matinales de poesía y jazmín?

Comunión de poesía en el florero de porcelana,
con ribetes azules,
con crema y azúcar.

¿A dónde ha ido el poeta?

Me haya solo el verso cuando vuelve,
el aroma dulce junto al rayo de sol,
y para mis adentros creo volver a verte…
En cada verso, en cada añoranza,
en cada cuento, en la sonrisa sin dientes.

¡Oiga poeta!
¿A qué cataratas te fuiste,
 que todos los días te quiero volver a encontrar?