domingo, 9 de septiembre de 2007

De la Soledad

Aquí va la segunda poesía que mencioné en la entrada anterior.
Espero que les guste.

Suyo...
V.B.

De la Soledad

Inmesurables bahías espumosas, visitadas por
bravos mares desde llanuras lejanas que
encierran el eco de gritos ahogados por la
profundidad del espacio azul.

Grilletes que no aprisionan mas que al vacío,
a la insaciable soledad que infame
remueve todo a ruinas y a la locura de esperar
el desierto poblado de almas innocuas.

Esa injerencia malversada, que con su mujeril
presentación confabula para hacerse dueña de víctimas
sensibles. Ella quien cruelmente absuelve de dolor a
sus víctimas, los encierra en un misterioso camino de muerte.

Ciega mis ojos, apabulla mi carne.
Mo olvida, pero yo la recuerdo. Despechada me odia por
saber entenderla. Disminuye mis esperanzas y me convierte
en un absurdo ser avergonzado de mis tentaciones.

Baldíos perdidos, recorridos por la pureza que
se desprende de grises nubarrones, que salpican desde
las alturas con su néctar la raíz del árbol perenne,
verdoso, que se aferra, a pesar del soplo aguerrido

de tempestades climáticas, a la vida, a su terruño.
Se despreocupa de los borrascosos tiempos, sin
olvidar el éxtasis de días cálidos, ahuyentados por
las caldeadas inclemencias que lo sumen en una

tenebrosa oscuridad... (¿Quién ha de jactarse con
la voluntad de mil dioses?)... Inestimable este que
sigue cabalmente su destino a pesar del añil
tinte que se le impregnó sobre sus coloridas vestiduras.


Valentín Borlazno
Lomas de Zamora, 14 de mayo de 2006

lunes, 3 de septiembre de 2007

Del Dolor

Hace mas de un año ya (el conteo secular de los segundos no cesa jamás y eso me es asquerosamente desahuseante), una noche se me ocurrió la idea de escribir sobre las ¨cosas importantes de la vida¨. Este texto fue el primero de una corta serie de cinco.
La idea fue hacerlo con una estructura de estrofas particular, y pensando en la ¨palabra importante¨, para que se produzca una lluvia de ideas en mi mente y esa vorágine sea plasmada en el papel. Fue una especie de experimento, y he aquí el resultado.
V.B.

Del Dolor

Solsticio nocturno de humos anegados
de pestilentes marchas de sufrimiento
y humillación;
vergüenza sin pudor.

Cementerios de fosas profundas, de
vacíos incomprensibles con malversados
destinos y letras negras, inútiles,
incompetentes, mucho menos sensatas.

Alturas inexpungables, grisados mástiles
de destrucción ultrajante. Muertes por
doquier, Marnes cegados de lujuria
y castración.

Esperanzas flexibles, sustanciosas,
banales y colapsadas, cúal alma de todos
aquellos que sufrimos la memoria del
colectivo atrincherado de recuerdos.

Dementes dueños de verdades lastimosas,
de espinas negras, que tiñen
con rojo oscuro y mal oliente
la fuente de la vida

de quién aún no perecio en
el desierto árido de voces calladas
por oídos sordos y miradas
repletas de temor y vergüenza,

pútridas, ineptas, llenas de odio
y ambición. Impunes por todo lo
que ya se perdió en sus manos
grotescas, poderosas que a nuestro futuro acorralaron.


Valentín Borlazno
Lomas de Zamora, 18 de mayo de 2006

Posibilidades

Siempre hay una historia que se concatena con esta poesía; indudablemente, la magia de este poeta es su facilidad para narrar una historia en breves versos y con un lenguaje sencillo, que se imbrica totalmente dentro de la vida cotidiana de cualquier ¨Fulano¨...
Valentín Borlazno

Posibilidades

Tú ignoras que yo te quiero
y tal vez nunca lo hayas de sospechar,
aunque eres para mí las estrellas, el claro de luna,
el alba, el ocaso y todo lo demás
que amaban los románticos del buen tiempo viejo
y que ya no se usa...

Es cuestión de categorías
y tú estás
varios peldaños más arriba...
Y yo no podré subir y tu no querrás bajar
(o no te dejarán bajar).

Por eso no puedes tener la más leve sospecha
de que cuando te miran, mi ojos, ávidos, te besan,
y como nunca, nunca lo sabrás,
sólo soy para ti uno de tantos amigos a quienes se dice:
¨Buenas noches, Fulano, ¿cómo sigue
de su catarro?¨ o poco más.


José Zacarías Tallet, en La Semilla Estéril. La Habana, 1951

sábado, 4 de agosto de 2007

Encuentros

Finalement, l´rue du premier voyage

Las horas pasan, y el conteo
secular de las milésimas
me arrastran cada vez mas
frente a la presencia añorada,
a aquella voz lejana que
apacigua con su inocencia
encantadora, la catarsis
bestial de las pulsiones
mas irracionales de este todo
complejo que llamé ¨yo¨.

Largas noches de pensamiento
e imaginación. De deseos, de
esperar el instante mágico en el
que mis retinas sean iluminadas
al verte. Largas veladas de
filosofía de almohadas y
sábanas, sucesoras de
diálogos catódicos que
subyacen al misterio del
cariño impersonal,
a la vez tan cercano con
cada palabra de tu voz
que me regalás.

El conteo secular de las
milésimas te acerca cada
vez mas.
Las medidas humanas del tiempo,
tan abstracto, tan colérico y
celérico (e impreciso), enferman
mi mente y mi espíritu de
inmediatez, y preso de la patología
temporal, tan solo espero
- te espero - y siento que
el instante en que la precisión
de mis sentidos harán contacto
con la imagen idílica que
nuestra conexión metafísica
dibujó, esta próximo.

La luz del nuevo día, del
mañana, por fin se
confundirá con la luz de tu
presencia, y será el elixir
que curará los relictos de
impaciencia, innata a mi
condición de hombre.

Valentín Borlazno
Lomas de Zamora, 02 de agosto de 2007

Gris

Para Emilio Fatuzzo

Aún te recuerdo,
mutilado matiz de
búsquedas inconclusas
y desesperadas.

No posees el refulgir
argentino de tiempos
gloriosos, de yelmos
y damas en peligro.

Tono de la armonía.
No te amedrentas al
deseo perverso pero inmaculado
ni a las oscuras tinieblas.

Punto intermedio.
Simétrico sueño olvidado
por inentendidos
escritores del pasado.

Es tiempo de
enarbolar nuevamente
la bandera de la victoria,
compañero de caminos

que nos conducen a un
mismo sitio al
resguardo de los
peligrosos tiempos.

Contagia mis días
con tu sombría y
necesaria presencia,
siempre inalcanzada.

Seré quien reivindique
tu existencia, artífice
real de tu lucha y
tu humilde audiencia.

Seremos desleales a
tu esencia, color de
la armónica ausencia
de restricciones.

Pelearemos sin cuartel
por tu ascenso de la
sima donde un déspota
te depositó.

Llevame contigo a
los grises puertos de
mi infancia, y también
de mi destino.

El Universo ye ha
creado, la historia
malversado y, simplemente
yo te he amado.

Volverán los años
de gloria, del refulgir
argentino, en nuestros días
atiborrados de miseria.

Valentin Borlazno
Lomas de Zamora, 01 de septiembre de 2005